viernes, 24 de octubre de 2014

Sucesos que te quitan la mala hostia.

Tras tres semanas demasiado intensas para mi gusto, con varios días en los que entras al hospital de noche y sales de noche, cambios, deficientes horas de sueño, pocos minutos de auténtica calma y menos aún que dedicar a tu persona, hay acontecimientos que te permiten coger aire en medio del no parar.


Sucedió ayer, y tenía el nombre de Jamie Cullum en el teatro Circo Prize de Ronda de Atocha, en Madrid. En la gira de presentación de su nuevo disco Interlude, este maldito genio del piano, inglés, se dejó caer de nuevo por España. Muchos años han tenido que pasar para que pueda verle en directo, y qué gran error haberme perdido tantos directos suyos, desgraciadamente.

Jamás olvidaré los días que se me metieron en la cabeza estos versos:

“She’s a melody, that I’ve tried to forget, but I can’t
It still follows me, WHEN I WAKE IN THE DEAD OF THE NIGHT!”,

Todos los  días previos a mi Selectividad y durante la misma. No podía dejar de tararear esta canción ni mientras repasaba entre examen y examen, hace ya más de 4 años.


En verdad nunca había conseguido entradas para poder verle, básicamente por el amigo dinero, que demasiadas veces anda ausente en nuestras vidas. Pero qué gran error, porque cuánto vale la pena. Cuantísimo, tanto como todo lo que me arrepiento yo ahora de que este haya sido mi primer concierto suyo. Obviamente, un precio de 40€ me parece abusivo y no acabo de comprender semejante dineral en España. Hasta que recuerdo que vivo en España, claro, y que las cosas funcionan así. Del mismo modo que Juego de Tronos no volverá a grabarse por castellanas tierras, aunque ese sea otro tema.

No me considero un clásico fan del jazz. Tampoco estoy seguro de cuál sea el auténtico término en el que se clasifique a la música de Jamie, puesto que sí que tengo claro el que es mucho más que un género. Pero desde el primer CD suyo que yo escuché, llamado Twentysomething, no he podido abandonar la carrera de este señorete de 35 años tan bien llevados.

Dio un concierto, para mi gusto, breve. Puesto que no podía dejar de pensar en lo que pagaría por escuchar en directo cada una de las canciones de su entera discografía. Qué bien canta, joder. Qué bien entona, qué bien toca y qué bien salta desde pianos.


Como es normal en todo concierto, siempre se echan de menos ciertas canciones de discos anteriores, pero en este caso se puede perdonar (en parte) gracias a que Interlude es verdaderamente una joya musical. Aunque... en serio, I’m all over it. Estoy casi seguro de que el suelo del Circo Prize se habría hundido de la alegría de la gente que allí nos encontrábamos.

Uno de los momentos que más me llegó fue cuando surgieron notas de Blackbird de su piano. Una canción que significa mucho para mí, como supongo para tantas otras personas. No son sólo por los Beatles y aquella época tan inocente cuando no podía dejar de escucharles; es mi primera canción que aprendí con arpegios a la guitarra, la única que verdaderamente ha sabido enseñarme a tocar Ele, y muchas cosas más que no tienen cabida en una reseña sobre Jamie Cullum. Jé.

Se apreció el detalle de no ser un concierto en una súper sala abarrotada de gente. Lo hizo más íntimo y personal. Primero se paseó él entre todos nosotros, para luego, permitirnos llegado el momento, abandonar nuestras butacas y acercarnos hasta el escenario a compartir la experiencia con él.

Espero repetir en un futuro. Y lo recomiendo. Porque yo he empezado mi jornada de viernes de 8 de la mañana a 9 de la noche con mucha más energía de la prevista y eso es algo muy mágico.

La buena música, en directo, se goza. Estoy ansioso por los próximos conciertos para los que tengo entrada. En enero, la BSO de El señor de los anillos en el Auditorio Nacional, y en mayo, otro concierto de Vetusta Morla, quienes estoy seguro de que no decepcionarán.



Las fotos corren a cuenta de Javier Marín, quien acudió también al concierto y me ha dejado compartir disparos de su propia cosecha. Os dejo su twitter, en donde compartió el álbum completo del evento: _JavierMarin.

Gracias a todos, a Ángela por las entradas, a Lorenzo por el paseo en coche de puerta a puerta, y a Ele por quitarse la espinita de ver a Jamie conmigo.